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Montar una SL puede ser más rentable que realizar la actividad como autónomo. Empezará a ser
más rentable en el momento que tu actividad esté bien consolidada en el mercado y a partir de
cuando tengas unos beneficios de unos 40.000€ anuales.

Algunos de los beneficios que tiene pasar a una SL son los siguientes:

– Cuando eres autónomo tributas por IRPF en la declaración de la renta y el tipo impositivo
es progresivo, es decir que cuánto más ganas más pagas. En cambio, con una SL tributas
por el Impuesto de Sociedades, que tiene unos tipos fijos del 23% o 25%.

– Otra gran ventaja de las SL es la responsabilidad limitada. Cuando eres autónomo y tu
negocio va mal eres tú mismo quién tiene que responder por las deudas con todo tu
patrimonio. En cambio, en una SL la responsabilidad frente a las deudas está limitado a
la aportación que hayas hecho del capital social.

– Cuando hay más de una persona con la que quieres realizar una actividad también es
beneficioso tener una SL porque podéis ser los socios que queráis y de esta manera
compartir el negocio.

– Además, a nivel externo siempre tiene mejor imagen o más prestigio que quien opere
sea una sociedad y no un autónomo, da la sensación de que es un negocio más
consolidado y que tiene más credibilidad, ante los clientes, proveedores, bancos, etc.

Eso sí, hay que tener en cuenta que una sociedad tiene más complicación a nivel fiscal y contable,
ya que tiene más obligaciones formales, y se debe llevar una contabilidad más controlada y
detallada que la de un autónomo. Además, para montar una sociedad deben existir motivos
económicos válidos, como los detallados anteriormente, pero no pueden referirse sólo a los
beneficios en cuanto al tipo impositivo.

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